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Una ducha caliente, con jabón y champú, ropa interior limpia y un corte de pelo. Éso es lo que ofrece la Basílica de Guadalupe a personas de la calle los martes, en el baño que en los últimos años se construyó junto al templo. La iniciativa se titula Ducha Solidaria y retoma la idea del Papa Francisco, quien a principios de este año hizo instalar duchas para los sin techo del Vaticano en la Plaza San Pedro.
El delegado episcopal en la Basílica, Pbro. Olidio Panigo, contó que fue una iniciativa de un grupo de cuatro hombres de la comunidad de Guadalupe. “Al ver la realidad de las personas en situación de calle nos pareció una necesidad, ya que pueden pedir comida pero una ducha caliente no es algo fácil de conseguir para ellos”, destacó.
La propuesta surgió en consonancia con el grupo de Cáritas que cuenta con donaciones de ropa, y funciona en el horario del grupo: los martes a la siesta. En las misas del domingo se sumó a los avisos parroquiales el pedido de donaciones de ropa interior limpia, al que la comunidad respondió con creces. “Incluso hubo quienes compraron para que pudieran tener ropa interior nueva”, contó el sacerdote.
La ducha se ofrece en el baño de peregrinos, que cuenta con un termotanque y se pensó para los peregrinos pero que casi no tiene uso. Las toallas, el jabón y el champú fueron la donación de un grupo de amigos que se puso de acuerdo para hacer frente a esa compra; y al lavado de toallas la realiza una lavandería del barrio también en forma gratuita. La propuesta se completó con un peluquero amigo que se acercó a donar su trabajo y ofrece cortes de pelo a quienes lo requieran; y con el mate y la pasta frola que sumaron los hombres del grupo Emaús de Guadalupe.
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