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"Nosotros tenemos nuestro emprendimiento a 4 kilómetros de la ciudad de Esperanza -dijo en Aires del Interior- y odeñamos todos los días 550 vacas a la mañana y a la tarde, y creo que todos deben entender que los tambos son el motor de las economías regionales y de la zona porque todo lo que gana el tambero lo invierte en el mismo pueblo donde vive y trabaja. Y es un oficio donde uno está los 365 días del año con lluvia, refucilos, sol, porque a las vacas se las tiene que ordeñar".

En diálogo con Gustavo Galoppo consideró que "hoy por hoy empezamos a ver un poco la luz al final del túnel porque estamos mejor en el valor histórico de la leche, pero en los últimos años veníamos con la tormenta perfecta con sequía, chicharrita y dólar soja. Muchos tuvieron que dejar la actividad pero en nuestro caso seguimos en pie, sobrevivimos remando en dulce de leche  y hoy la situación está un poco mejor".

En cuanto a Todo Láctea destacó que "fue todo un suceso muy importante para la gente con más de 200 stand y con la posibilidad de tener en nuestra ciudad la última tecnología de la lechería en a Argentina. Creo que nadie esperaba una muestra de tal magnitud".

"A nosotros todo esto nos sirve teniendo en cuenta que los tambos se van tecnificando mucho. Hay robots instalados, las vacas se auto ordeñan, los rayos infrarrojos permiten saber el estado del animal, es decir desde una computadora el productor puede ir viendo cómo está el rodeo, de todos modos el factor humano sigue estando , hay que seguir marcando presencia en el potrero, Pero lo de la tecnología hace que en esta actividad, que siempre ha sido muy sacrificada y sin descanso los 365 días, hoy al personal se les pueda dar franco y poder funcionar igual" concluyó en la tarde de la Nueva Nueve.