La ONU ha decidido proclamar el 3 de marzo como Día Mundial de la Naturaleza, con el fin de dar a conocer la belleza y la variedad de la flora y la fauna salvajes, así como de concienciar acerca de la multitud de beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para la humanidad.
La Tierra se diferencia del resto de planetas por su extraordinaria diversidad de seres vivos. Esta biodiversidad es la que hace posible que podamos satisfacer la mayor parte de nuestras necesidades cotidianas y que podamos sobrevivir.
Pero el hombre está provocando que el equilibrio que existe entre las especies se vea gravemente amenazado. Por eso debemos reflexionar en este día y durante el resto del año, en cambiar nuestros hábitos diarios, cuidando nuestros recursos naturales, de esta manera estaremos reduciendo nuestro impacto ambiental y protegiendo la vida del resto de especies.
El Planeta alberga millones de insectos, pájaros, mamíferos y peces. Y sin embargo, los ecologistas han dado la señal de alarma. Las últimas previsiones son inquietantes. Más de 7.000 especies animales están en peligro de extinción, y todas ellas tienen un denominador común, su desaparición está relacionada directamente o indirectamente por el hombre.
Desde sus orígenes, el hombre siempre ha intentado conocer la Naturaleza, ya que de ello dependía su supervivencia, pero no siempre ha sabido medir las consecuencias de sus actos.La supervivencia de muchos animales es cada vez más preocupante. No contento de exterminar a los animales mediante su caza y comercio y excluirlos de su entorno natural, es capaz de poner en peligro a toda una especie reduciendo su hábitat poco a poco, ya sea aumentando la extensión de tierra cultivable, construyendo infraestructuras talando hectáreas de bosque o utilizando pesticidas que amenazan la flora y la fauna.
Además la caza ilegal o furtiva, la introducción de especies exóticas y otras actuaciones han provocado la extinción de un buen número de especies. Si a todo esto sumamos los efectos del Cambio Climático que está amenazando a numerosas especies desestabilizando sus ecosistemas ya estresados.
En 1975 se puso en marcha una convención sobre comercio internacional de especies de fauna y flora salvajes (CITES, en sus siglas en inglés), en vías de extinción. Esta agrupa a unas 170 países. Actualmente regula el comercio de casi 30.000 especies animales y vegetales. Su objetivo es el de asegurar que el comercio internacional de animales y plantas no atente contra las conservación de las especies.
Que el hombre no sea un ser natural más, no significa que sea “dueño de la naturaleza” o que pueda utilizarla de un modo arbitrario o agotar sus recursos indiscriminadamente: el hombre no posee derechos absolutos sobre la naturaleza, sino que debe administrar sus recursos naturales en un marco de respeto hacia la realidad natural en sí misma considerada y hacia las generaciones futuras. Destruir la naturaleza, no respetar su riqueza, dinamismo y leyes equivale a no respetar al hombre que ha de vivir de ella y en ella. Cuando no tratamos adecuadamente y con benevolencia la naturaleza, tampoco nos estamos comportando nosotros de acuerdo con nuestra naturaleza humana.
“Si aunamos esfuerzos, podemos mitigar las graves amenazas que se ciernen sobre la vida silvestre. En este primer Día Mundial de la Vida Silvestre, insto a todos los sectores de la sociedad a que pongan fin al tráfico ilícito de especies de flora y fauna silvestres y se comprometan a comerciarlas y utilizarlas de manera sostenible y equitativa.”, Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon