El penoso suceso lo protagonizó un coche de la ex empresa Helvecia de transporte de pasajeros que había partido de Santa Fe, a las 18 de aquel fatídico viernes 20 de noviembre de 1970, con destino a San Javier.
Cuarenta y cinco minutos más tarde, el coche conducido por Juan Docce se precipitó a las aguas del arroyo ante el estupor de unos pocos testigos que alcanzaron a salvar los seis sobrevivientes, entre ellos Américo Siviero (San Javier), Nélida Millares de Marchi (Helvecia) y la beba Alicia Palavecino, que quedó flotando gracias a su bombacha de goma.
Para conocer el número e identidad de las víctimas, hubo que soportar una fría, ventosa e interminable noche y mediodía del día 21, cuando una grúa rescató el ómnibus de las aguas con su macabra carga y lo depositó en tierra firme.