Los obispos ordenados durante el año pasado asistieron esta semana a un Curso de Formación en Roma, que concluyó hoy, jueves 11, con una audiencia con el Santo Padre. Durante este encuentro, el papa León XIV recordó a los participantes que "fueron llamados y elegidos para ser enviados como apóstoles del Señor y servidores de la fe".
El Papa enfatizó que la actual crisis de la fe y su comunicación requiere "un renovado celo y valentía en la proclamación del Evangelio". Esto cobra especial relevancia, añadió, porque "muchas personas hoy llaman a la puerta de la Iglesia y se abren a la vida espiritual".
Los obispos argentinos que asisten son el obispo auxiliar de Lomas de Zamora, monseñor Fernando Rodríguez; el obispo auxiliar de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor Matías Vecino; el obispo auxiliar Córdoba, Horacio Álvarez, y el obispo auxiliar de Bahía Blanca, monseñor Pedro Fournau.
Deben servir a la causa del Evangelio
Recordó que "el don que han recibido no está destinado a ellos mismos, sino que sirve a la causa del Evangelio. El obispo es un servidor, el obispo está llamado a servir a la fe del pueblo", subrayó el Santo Padre.
León XIV dijo que "a quienes Jesús llama a ser discípulos y predicadores del Evangelio, y especialmente a los Doce, se les exige libertad interior, pobreza de espíritu y disponibilidad para servir, que nace del amor, para realizar la elección del mismo Jesús, que se hizo pobre para enriquecernos".
Los apóstoles ya tenían deseos de grandeza, Jesús tuvo que intervenir
El Papa, citando a San Agustín, recordó que un obispo debe ser ante todo un servidor. Sin embargo, reconoció que incluso entre los apóstoles se había infiltrado el deseo de grandeza, lo que requirió la intervención directa de Jesús, quien tuvo que sanar e instruir a sus discípulos, diciendo: "El que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor; y el que quiera ser el primero entre ustedes, que sea esclavo de todos".
"Es muy importante -enfatizó el pontífice- que meditemos estas palabras y nos esforcemos por vivirlas. Por eso, les pido que estén siempre vigilantes y que caminen con humildad y oración, para que se conviertan en servidores del pueblo al que el Señor los envía".
El servicio se expresa en cercanía
Además el Papa subrayó que el servicio se manifiesta de forma concreta en la cercanía con las personas, convirtiéndose en un signo visible de la cercanía de Dios. Enfatizó que esta no es una estrategia oportunista, sino el estilo de Jesús, que quiere acercarse a las personas con nuestras manos, corazones y palabras.
Hay una crisis de fe, pero la gente también está volviendo a la Iglesia
León XIV también animó a los nuevos obispos a reflexionar específicamente sobre lo que significa ser servidores de la fe del pueblo hoy: "La crisis de la fe y su transmisión -señaló- así como las dificultades de pertenecer a la Iglesia y vivirla activamente, nos llaman al celo y la valentía en un nuevo anuncio del Evangelio. Al mismo tiempo, muchos de quienes parecen alejados de la fe a menudo vuelven a llamar a la puerta de la Iglesia o se abren a nuevas búsquedas espirituales, sin encontrar a veces el lenguaje ni las formas adecuadas en las propuestas pastorales ordinarias".
Apertura a los desafíos actuales
El Papa recordó que los obispos no pueden ser ajenos a los desafíos culturales y sociales, como la tragedia de la guerra y la violencia, el sufrimiento de los pobres, la búsqueda de un mundo más fraterno y los desafíos éticos. En este contexto, dijo el Santo Padre, "la Iglesia los envía como pastores atentos y solícitos, capaces de compartir los caminos, las preguntas, las angustias y las esperanzas de la gente: pastores que desean ser guías, padres y hermanos de los sacerdotes y de las hermanas y hermanos en la fe".
FUENTE: aica.org