León XIV, a los políticos: el cristianismo no puede reducirse a la piedad privada

Afirmó el Papa en su discurso a las autoridades civiles del Valle de Marne (Francia) en la diócesis de Créteil de visita en el Vaticano.

"Frente a todos los descarrilamientos que conocen nuestras sociedades occidentales, como cristianos no podemos hacer nada mejor que recurrir a Cristo y pedirle ayuda para cumplir nuestras responsabilidades", manifestó este jueves, el papa León XIV al recibir en el Vaticano a los representantes civiles de la diócesis de Creteil (Francia) junto con su obispo, monseñor Dominique Blanchet.

El pontífice expresó su deseo de que, tras su peregrinación a la Basílica de San Pedro, regresaran a sus labores cotidianas "con más fuerza en la esperanza, con más fuerza para trabajar por la construcción de un mundo más justo, más humano y más fraterno; un mundo que solo podría estar más impregnado del Evangelio".

El Santo Padre recordó que, en Francia, debido a la laicidad, a veces mal entendida, no es fácil para una persona elegida actuar y tomar decisiones conforme a su fe en el ejercicio de responsabilidades públicas.

Sin embargo, como señaló León XIV, la salvación obtenida por Jesús abarca todas las dimensiones de la vida humana: la cultura, la economía y el trabajo, la familia y el matrimonio, el respeto a la dignidad humana y a la vida, la salud, así como la comunicación, la educación y la política. "El cristianismo no puede reducirse a la simple piedad privada, porque significa un estilo de vida en sociedad marcado por el amor a Dios y al prójimo, que en Cristo ya no es un enemigo sino un hermano", indicó el Santo Padre.

Animó a los peregrinos a afrontar los desafíos en sus lugares de trabajo y residencia -como la violencia, el desempleo, las redes de droga- sacando fuerza de la virtud del amor cristiano, que es un don de Dios y una fuerza capaz de forjar nuevos caminos para afrontar los problemas del mundo de hoy, como enseña la Doctrina Social de la Iglesia.

Precisamente por esto, añadió el Papa, un cristiano responsable está mejor preparado para afrontar los desafíos del mundo moderno: naturalmente, en la medida en que vive y testimonia la fe que actúa en él, la relación personal con Cristo, que lo ilumina y le da la fuerza, porque sin Jesús no se puede hacer nada.

No hay un político en un lado y un cristiano en el otro
A petición del obispo Blanchet, el Papa ofreció a los representantes del Valle del Marne una recomendación: "El primer y único consejo que les daré es que se unan cada vez más a Jesús, que lo vivan y den testimonio de Él. No hay separación en la personalidad de una figura pública: no hay político por un lado y cristiano por otro. Hay un político que, bajo la mirada de Dios y ante su propia conciencia, vive sus obligaciones y responsabilidades cristianamente", enfatizó.

La necesaria la valentía cristiana en la vida pública
El Santo Padre instó a los actuales funcionarios gubernamentales a poner en práctica las enseñanzas sociales de Jesús en sus funciones. "Sus fundamentos son coherentes con la naturaleza humana, con la ley natural, que todos pueden reconocer, incluidos los no cristianos e incluso los no creyentes. Por lo tanto, no debemos tener miedo de proponerla y defenderla con convicción: es una enseñanza salvadora que aspira al bien de cada persona, a construir sociedades pacíficas, armoniosas, prósperas y reconciliadas".

Se necesita coraje
León XIV reconoció la valentía que exige sostener ciertas convicciones en el mundo actual. Por eso, citando al papa Francisco, afirmó que los políticos deben tener el coraje de decir "¡No, no puedo!" cuando la verdad está en juego. "También en estos casos, solo la comunión con Jesús -¡Jesús crucificado!- les dará la fuerza para sufrir en su nombre. Él dijo a sus discípulos: 'En el mundo tendrán tribulaciones, pero tengan ánimo: ¡Yo he vencido al mundo!'", concluyó.

FUENTE: aica.org

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